Lula da Silva y Fernando Lugo, incapaces de alcanzar un acuerdo sobre Itaipú
Fracaso absoluto
S. Nabhan
La esperada reunión entre los presidentes de Brasil, Luiz Inacio da Silva, y de Paraguay, Fernando Lugo, ha terminado en un fracaso absoluto, al no conseguir ningún acuerdo sobre los precios de la energía ni la deuda de la central hidroeléctrica de Itaipú. Lugo regresa a Paraguay con las manos vacías, pese a los esfuerzos del mandatario carioca por buscar alternativas y solucionar un conflicto que ya se ha convertido en una de las principales manchas de su historial político.
A pesar de todo, al finalizar el encuentro el presidente paraguayo ha calificado la reunión con su homólogo brasileño de excelente, y ha mostrado su optimismo, convencido de que las diferencias se resolverán pronto. Sin embargo, el sentimiento de decepción es unánime. Se habían puesto sobre la mesa muchas expectativas en torno a la reunión, y la opinión pública de ambos países pensaba que esta vez se podría llegar a algún tipo de acuerdo, por eso nadie comprende tantas sonrisas cuando el fracaso ha sido total.
El presidente carioca, en una rueda de prensa, ha asegurado que tanto para Brasil como Paraguay el tema de Itaipú es una cuestión sensible, pero que no han llegado a ningún acuerdo. Por su parte, Lugo, ha dejado bien claro que Paraguay no renunciará a ninguna de sus reivindicaciones en Itaipú.
El presidente guaraní había llegado a tierras brasileñas con la exigencia de conseguir un precio justo para el excedente de su energía hidroeléctrica y la libre disponibilidad de su energía. Incluso amenazó con recurrir al arbitraje internacional si su petición no era aceptada. Paraguay no está de acuerdo con el precio que su vecino Brasil paga por la energía y ha puesto todo su empeño en lograr un aumento del precio.
En encuentros anteriores Brasil había aceptado aumentar el precio que paga por la energía paraguaya, se comprometía a pasar de los actuales 33,7 euros por megavatio / hora a 35,2 euros. Este subida del precio aportaría a Paraguay unos ingresos extras de casi 86 millones de euros. Lugo no aceptó la propuesta brasileña por considerarla insuficiente.
La revisión del Tratado de Itaipú se ha convertido en el eje central de la legislatura de Lugo. Ricardo Conesa, coordinador del equipo negociador paraguayo, asegura que los temas centrales son la libre disponibilidad de la energía, el precio justo y la deuda. Brasil llega a admitir algunas concesiones, pero asegura que el convenio firmado en 1973 sólo puede ser revisado en 2023.
El Tratado de Itaipú, firmado cuando ambos países estaban gobernados por dictaduras, estipula que la energía que produce la planta sea dividida en partes iguales. Cada país debe utilizar lo que le corresponde para abastecer su mercado interno, y la energía restante no consumida debe venderla al otro socio, pero no al precio del mercado, sino al establecido en el tratado.
Lo que ocurre, es que el único país con excedentes es Paraguay, ya que sólo necesita el 4% de su parte para el consumo interno, y se ve obligado a entregárselos a Brasil a bajo precio, sin poder venderlo en el mercado a otros países.
En el año 2008 Itaipú alcanzó un récord histórico de producción de energía, con la generación de casi 95 millones de Mw/h, suficiente para abastecer a Paraguay durante 11 años. Esta cantidad de energía producida nunca ha sido alcanzada por otra empresa hidroeléctrica del mundo.
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