Lejos de la defensa intransigente de la soberànía, el gobierno de Fernando Lugo sigue permitiendo la penetración imperialista de los órganos represivos de Paraguay.
El presidente Fernando Lugo recibió en la residencia oficial a un grupo de congresistas de los Estados Unidos encabezados por Elio L. Angel, contingente que se suma a la larga lista de personeros del imperio cuya presencia en Paraguay no es aclarada a la opinión pública.
No hace mucho fue visitado por el mismo Roger Noriega, conocido desestabilizador de la Venezuela bolivariana, y la represión se disparó luego de unos enigmáticos acuerdos firmados con Álvaro Uribe.
Nunca fue aclarado el motivo de su visita a George W. Bush, ni sus giras por Corea o Colombia.
MAS VISITAS SUGESTIVAS
El viceministro de Relaciones Exteriores paraguayo, Jorge Lara Castro, un viejo favorecido de la embajada norteamericana de Asunción, recibió a Christopher McMuller, subsecretario norteamericano de Asuntos del Hemisferio Occidental, en una sugestiva visita de cortesía en la que abordaron la situación de crisis que atraviesa Bolivia.
LARA CASTRO, UN CONOCIDO AMIGO DEL IMPERIO
El vice canciller Jorge Lara Castro es un conocido agente del imperio, dado que a través del “Centro de Estudios y Formación para el Ecodesarrollo” (ALTER VIDA). una ONG muy vinculada a profesionales universitarios fundada hacia 1985, recibe fuertes sumas de USAID.
La mayoría de los funcionarios del gobierno de Fernando Lugo, entre los cuales los más destacados son la ministra de la mujer Gloria Rubín, el ministro de emergencias Camilo Soares, la ministra de la juventud Karina Rodríguez o Liz Torres, son activistas cooptados por la embajada norteamericana de Asunción.
UN SUGESTIVO ENCUENTRO
El encuentro tuvo lugar en la Cancillería Nacional y contó con la presencia de la embajadora norteamericana y ex operadora del Plan Colombia, Liliana Ayalde, y de la consejera política Joan Shaker.
Christopher J. McMullen es un ex funcionario del Pentágono que, nativo de Pennsylvania y graduado en historia latinoamericana en la Universidad de Gergetown, antes de ocuparse de la oficina para el Cono Sur y Brasil se desempeñó como Cónsul general en Sao Paulo Brasil. Previamente sirvió en lugares conflictivos, donde Estados Unidos incentivó escuadrones de la muerte, como El Salvador, Nicaragua o Colombia.
Cuando la prensa le preguntó sobre la razón de su visita a Paraguay, McMuller señaló que la finalidad de la misma es interiorizarse de los términos en los que la embajada norteamericana puede fortalecer la cooperación con el gobierno paraguayo. “Vinimos a Paraguay a visitar nuestra embajada y conocer en qué podemos ayudar al gobierno del presidente Lugo”, afirmó, evidenciando una vez más los estrechos vínculos del obispo con el imperialismo norteamericano, que sufragó a la mayoría de los movimientos que impulsaron su candidatura estableciendo ONGs como mampara y receptores de dólares de USAID, el Fondo Nacional para la democracia y otras fundaciones.
También reconoció que hablaron sobre la situación de crisis que se vive entre la oposición y el gobierno de Bolivia, y la manera en que seguirán los términos de relacionamiento en general entre la embajada paraguaya y la norteamericana.
Preguntado si la situación de Bolivia podría repetirse en Paraguay, McMuller señaló que personalmente no tiene la percepción de que haya una posibilidad de violencia y de problemas de ese tipo en Paraguay., seguro de la enorme influencia norteamericana sobre los medios de comunicación de Paraguay y en los dólares imperialistas que distribuye por intermedio de USAID, como los que regularmente suele recibir el vice-canciller Lara Castro a través de una ONG utilizada como mampara, Alter Vida.
Recordó que la relación entre Paraguay y Estados Unidos fue siempre muy estrecha, desde tiempos en que proveía experimentados torturadores y adiestradores de asesinos, en los años de la guerra fría.
“Nosotros hemos tenido una relación muy estrecha con Paraguay por muchos años y estamos dispuestos a trabajar con el gobierno del presidente (Fernando) Lugo porque estamos de acuerdo con su agenda”, indicó al respecto.
Estados Unidos mantiene una enorme influencia en Paraguay, desde que en 1939 impulsó el ascenso al poder del dictador José Félix Estigarribia, quien encabezó un autogolpe, disolvió el parlamento, persiguió a la oposición y a los estudiantes e impuso por decreto una constitución Nazi Fascista. Previamente, como parte de sus tratos con Washington había entregado la zona petrolífera a la Standard Oil Company en las negociaciones de Paz de Buenos Aires, en 1938, luego de la guerra paraguayo-boliviana en la que la Shell y la Standard se disputaron el petróleo del subsuelo chaqueño.
Colombia, mampara del imperio para reprimir en Paraguay
El gobierno del obispo Fernando Lugo acaba de suscribir supuestos acuerdos en materia de seguridad con Colombia, un país altamente corrupto donde según la alta comisionada de la ONU Navanethem Pillay, al menos 13.634 personas perdieron la vida por inseguridad y violencia entre el año 2002 y el 2007, y que supera las 23.000 muertes, si se agregan los muertos en combate con insurgentes.
Obviamente, la decisión del clérigo-presidente no ha sido muy feliz a la hora de elegir sus aliados para combatir la inseguridad, por lo que los acuerdos han generado suspicacias y los desconfiados encontraron otras motivaciones que poco tienen que ver con la verdadera “seguridad”.
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