LUIS AGÜERO WAGNER- Estados Unidos impulsó el golpe contra Stroessner, razón por la cual no hay cambios a la vista, ni siquiera con la llegada al poder del obispo Fernando Lugo, afirmó el líder del PCP Ananías Maidana.
El partido de Maidana integró la coalición que llevó al poder al obispo Fernando Lugo, quien ganó las elecciones del 20 de abril con fuerte respaldo del embajador norteamericano James Cason.
"El golpe que el 3 de febrero de 1989 fue gestado en la embajada norteamericana, que se deshizo de un régimen que había impuesto porque ya le resultaba incómodo" esclareció Ananías.
Primero Estados Unidos respaldó con subsidios y asistencia en materia de seguridad al dictador Stroessner, ayuda que se extendió por más de dos décadas. Posteriormente, el giro en la política exterior norteamericana con respecto a las dictaduras latinoamericanas, inauguró una etapa ambigua en el relacionamiento entre Washington y Asunción.
"A dos décadas, no hay cambios de los que se puedan hablar" afirmó también Ananías Maidana. "Ni siquiera sabemos dónde están los desaparecidos".
La semana pasada se señaló que Fernando Lugo gobernaba cautivo de los vicios del pasado, y se sabe que se encuentra aliado al sector del desaparecido dictador Stroessner.
STROESSNER, IMPOSICIÓN DE EEUU POR MEDIO DEL TERROR
Es común que ciertos periodistas, como el caso de Alcibíades González Delvalle entre otros, dediquen artículos y argumentaciones a intentar exculpar a Estados Unidos de la dictadura de Stroessner. Lo que la mayoría ignora, es cuántos dólares perciben, por el servicio desde la embajada norteamericana.
Dificultosamente pueda negarse, que una enorme fracción de las dictaduras que asolaron a la humanidad en todas las latitudes durante el siglo XX, fueron un subproducto de la política exterior de los Estados Unidos. Las que fueron sufridas por el pueblo paraguayo a partir de 1940, y en especial la del general Alfredo Stroessner, no fueron una excepción.
Stroessner dispuso desde un principio, con un selecto grupo de expertos en represión y torturas, proporcionados por el gobierno de Estados Unidos. La asistencia había sido pactada ya un año antes del golpe contra el presidente civil Federico Chávez, en el año 1953, cuando el futuro dictador se entrevistó en Estados Unidos, con los generales Emil Kiel y Robert Stevens, además de ser invitado a visitar la Zona del Canal de Panamá (Decreto 26/V/53 y Memorándum Confidencial, Washington, 6/V/53).
En el marco de la guerra fría, en el que se realiza una reunión entre Stroessner y Eisenhower, en Panamá (1956), se desenvuelven las relaciones de dependencia que asimilan en forma permanente a Paraguay, a las políticas de Washington. El imperio norteamericano en retribución, favoreció a Paraguay con préstamos de la AID y los servicios de experimentados torturadores, como el gobierno Robert K. Thierry, bajo cuyas directivas el gobierno pro-yanqui, empezó su cruzada apresando a los comunistas.
ESTADOS UNIDOS Y SU APOYO FINANCIERO A LA DICTADURA
En realidad, Stroessner hubiera durado muy poco si no hubiera sido por el eficiente apoyo norteamericano en materia de “seguridad” y represión, así como en materia de créditos como los de la “Alianza para el Progreso”, cuyo primer beneficiario fue justamente el dictador paraguayo.
El régimen nunca tuvo inhibiciones para ofrecer lo que sea al imperio a cambio de algunas monedas, ansiedad que era percibida y hecha notar por los diplomáticos norteamericanos en sus informes.
Durante la gira del subsecretario de estado Adjunto para Asuntos Interamericanos Roy Roubottom (quien estuvo en Asunción, entre el 10 y 12 de Agosto de 1957), el gobierno le entregó una lista de programas que deseaba desarrollar, con el pedido de dinero correspondiente: 10 millones de dólares para el programa de venta de excedentes agrícolas, para la construcción de un oleoducto en el Chaco y una refinería cerca de Asunción, 3 millones de la moneda norteamericana para asfaltar carreteras, 4 millones para la ruta transchaco, 5,1 millones para la compra de tractores y silos, un millón para montar una fábrica de cemento, entre otros ansiosos pedidos.
Gran parte de los pedidos fueron satisfechos, pero Stroessner siempre deseaba más. La embajada norteamericana informaba el 9 de septiembre de 1958, acerca de una conversación entre Sapena Pastor (canciller paraguayo) y el embajador norteamericano Walter Ploeser: “Paraguay está insatisfecho con el grado de ayuda recibido hasta ahora”, esclareciendo que el imperio haría una buena inversión colaborando con dinero de créditos, al fortalecimiento del gobierno de Stroessner, “aún si éste no lo devolviera”. Añadía que “el presidente desea que se repita lo que ha dicho muchas veces, que Paraguay va a dar a Estados Unidos todo lo que fuere, incluso bases para aviones”.
Ante el ofrecimiento de semejantes franquicias, el dinero no tardó en fluir con entusiasmo, aunque buena parte iría a parar a los bolsillos de la camarilla que rodeaba al dictador.
ESTADOS UNIDOS Y EL EPÍLOGO DE LA DICTADURA
En 1989 se derrumbaba el imperio soviético, y con él la propaganda con que Stroessner justificaba sus abusos. El mismo año el gobierno norteamericano invirtió mil millones de dólares, en el triunfo de Violeta Chamorro en Nicaragua, imponiendo así una Jefa de Estado con los billetes provenientes de la Nacional Endowment for Democracy (NED), institución establecida por el imperio como alternativa a la CIA, desde 1983.
Considerando inminente el fin de Stroessner, el imperio norteamericano se movilizó para impedir que sus adversarios tomen las riendas a su caída, para lo cual se apresuró a ganar para su causa, a los disidentes con una muy buena remuneración. De acuerdo a las investigaciones del periodista independiente Nemesio Barreto Monzón:
El autoritario Dr. Carl Gershman, presidente de la NED, había venido “de compras a Paraguay”, pero no compró artesanía paraguaya sino otros “objetos de dudoso valor”.
En una carta de marzo de 1989 (1) el entonces embajador norteamericano en Asunción, Timothy Towell (2) reconoció que numerosas instituciones paraguayas habían recibido dinero de la National Endowment for Democracy (NED). Esta organización, “Fomento de la Democracia”, tenía desde 1985 una oficina en Montevideo, Uruguay. El embajador Timothy Towell mencionaba en su carta a los que recibieron dinero, entre ellos a “dirigentes laborales, medios de prensa, académicos”, etc. En cuanto “a los proyectos que están siendo considerados para asistencia futura -decía Towell- una lista definitiva y una distribución de los fondos aun se encuentran bajo estudio”. El embajador hacía también referencia a “los objetivos de la visita del Dr. Carl Gershman” a Paraguay. El “ilustre visitante”, el Dr. Gershman (3), presidente de la NED, había venido “de compras a Paraguay”, pero no compró artesanía paraguaya sino otros “objetos de dudoso valor”. Un año antes de la clausura del diario “Abc-color” empezaron los rumores de que “una moderada suma de dinero” del gobierno norteamericano había ingresado a Paraguay con el objetivo de promover un cambio ajustado a los intereses norteamericanos. Era la época de los embajadores Arthur H. Davis (Jr.) y de Clyde Taylor. Este rumor, aunque solo en parte, no se confirmaría sino mucho tiempo después por la propia embajada de los Estados Unidos de América en Asunción. El generoso hombre de la billetera norteamericana no era otro que el señor Agustín Torres Lazo. Por entonces, y desde 1979, funcionaba en Asunción el “Instituto Americano para el Desarrollo del Sindicalismo Libre” (IADSL), que tenía su oficina en la calle Montevideo N° 822 (Archivo del Terror, Microfilm 00189F-0031). El Director del “Instituto” era Agustín Torres Lazo, un hombre vinculado a los americanos y a sus órganos de inteligencia. Fue suya la “genial” idea de incluir también a los patrones en el Sindicato de Periodistas del Paraguay.
Agustín Torres Lazo –ex diplomático nicaragüense nacionalizado norteamericano- consiguió en 1979 que el Departamento de Estado invitara por primera vez al ex policía Alcibíades González Delvalle. Así nació una fructífera relación entre el agente de los norteamericanos y el ex policía Alcibíades González Delvalle. Siempre en el rubro sindical, Torres Lazo también trabó amistad con Víctor Báez Mosqueira, quien al poco tiempo se convirtió en hombre de confianza de la embajada norteamericana en Paraguay (Archivos del Terror. Microfilm N° 00045F 2336). Báez Mosqueira fundó después el Movimiento Intersindical de Trabajadores (MIT), hoy es Secretario de la “Confederación Internacional de Organizaciones y Sindicatos Libres” (CIOSL). Más adelante aparecerían en escena otros dos hombres de muy diverso valor en metálico: Humberto Rubín y Aldo Zoccolillo, propietarios de Radio Nandutí y del diario “Abc-color” respectivamente. Rubín y Zuccolillo fueron invitados en noviembre de 1986 por George Bush, entonces Vicepresidente de los Estados Unidos de América (Archivo del Terror. Microfilm N° 00020F 0743). El Informe de la National Endowment for Democracy (NED) 1987-1989 En 1987 Radio Ñandutí recibió de la NED 121.880 dólares “para la conducción de formas de orientación democrática con énfasis en la activa participación de la audiencia en su auditorio de 300 sillas”. Otros 92.400 dólares recibió de la NED para aguantar “las presiones gubernamentales”. Poco después recibió 86.900 dólares “para la compra de un nuevo transmisor”. A esto debe sumarse otros 41.000 dólares “para la publicación de libros”. En cifras redondas, Humberto Rubín recibió 342.000 de la NED. En cuanto al señor de la CIOSL, Víctor Báez Mosqueira, entonces líder del Movimiento Intersindical de Trabajadores, recibió de la NED 92.688 dólares “para fortalecer la libertad de los sindicatos”. Resumiendo, los clientes de la NED en Paraguay recibieron en conjunto 1.074.584 dólares entre 1987 y 1989. En un próximo artículo se dará a conocer la lista completa de los viejos y nuevos clientes de la NED, IAF, FREEDOM HOUSE, etc. NOTAS: 1) Carta de Timothy Towell, del 13 de marzo de 1989, dirigida a Joaquín Burgos y Carlos Ferreira Ybarra. Fotocopia autenticada en poder del autor.
2) Timothy Lathrop Towell fue embajador desde el 26 de septiembre de 1988 hasta el 27 de abril de 1991. “Un acicalado individuo de unos sesenta años, elegantemente vestido (blazer azul, camisa blanca y corbata a rayas diagonales) se alzó entre el círculo de mesas. Era Timothy Towell, el jubilado y antiguo, pero omnipresente, embajador de EE.UU. en Paraguay. Luego de hablar de la manera de contrarrestar la amenaza de Chávez, alardeó: "He trabajado con John Maisto durante años, desde que estuvimos juntos en Cochabamba, Bolivia en 1967, cuando nos libramos de Che Guevara. Si eliminamos una amenaza, podemos librarnos de otras”. Fuente: La Fogata - Internacional. El Maestro Maisto (que va a estar en Mar del Plata) y la muerte de Che. Juan Bolipaine Rebelión Traducido para Rebelión por Germán Leyens. http://www.lafogata.org/05inter/inter11/in_4-2.htm - 13k - 3) Carl Gershman. Director del Fondo Nacional por la Democracia (NED). Que el señor Gershman no es ningún demócrata quedó en evidencia en agosto de 2005 en Estocolmo, Suecia, cuando a Eva Golinger, autora del libro El Código Chávez, (The Chavez Code: Cracking U.S. Intervention in Venezuela), Carl Gershman no le permitió participar en un panel. Joshua Mata, testigo presencial, señala cuanto sigue: “La confrontación entre Estados Unidos y Venezuela pasó a primer plano en el Encuentro de Fundaciones que Promueven la Democracia realizado en Estocolmo entre el 28 y 30 de agosto de 2005. En lo que muchos han considerado un despliegue escandaloso de unilateralidad y arrogancia, Carl Geshman, prohibió la presencia de la abogada estadounidense-venezolana Eva Gollinger en el panel”. Fuente: “La confrontación entre Estados Unidos y Venezuela”. http://www.focusweb.org/confrontaci-n-entre-estados-unidos-y-venezuela-tensiona-reuni-n-sobre-democ.html - 89k - Véase, asimismo, el diario sueco “Aftonbladet”: “Hon får inte delta” (“Ella no puede participar”). Artículo firmado por el periodista sueco Björn Kumm. Estocolmo, Suecia, 30 de agosto de 2005
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