LUIS AGÜERO WAGNER- En tiempos de guerra, la verdad es tan preciosa que debe ser protegida por una guardia de mentiras, es una célebre y coqueta frase del ex secretario de estado norteamericano George Shultz.
En 1956 la CIA emprendió una operación para derrocar al presidente de Guatemala Jacobo Arbenz. El operativo se denominó "Sucess" y fue la primera que incluyó la implementación de "un aparato de construcción de opinión a nivel continental" según la definición propia de los EEUU.
La operación fue autorizada por el presidente de EEUU, Dwigth Einshower e instrumentada por el entonces canciller John Foster Dulles, y su hermano Allen, director de la CIA. Los hermanos Dulles, eran accionistas de la United Fruit Company, propietaria de enormes latifundios y plantaciones en Guatemala, afectados por la Reforma Agraria emprendida por Arbenz para darles tierra a los miles de campesinos e indígenas privados de ella.
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Una investigación histórica realizada en Uruguay, que coteja documentos desclasificados de la CIA y publicaciones de los diarios uruguayos El País, El Día y La Mañana durante los meses previos al golpe contra Jacobo Arbenz, en 1954 en Guatemala, prueba que las ideas establecidas como "prioridades propagandísticas" por la CIA eran reflejadas fielmente por la prensa de derechas de Montevideo. Editoriales sin firma que la CIA asume como propios, programas de radio, el mismo editorial publicado con un día de diferencia por El País y El Día, editoriales con errores de traducción del inglés; son solo algunos de los hallazgos que según el historiador uruguayo Roberto García Ferreira "prueban el trabajo conjunto de la CIA con los medios amigos de Uruguay".
El pionero en el soborno de periodistas sudamericanos podría decirse que fue el coronel de la inteligencia militar Jules Dubois, presidente de la SIP hasta su muerte en 1966, hoy enterrado junto a los presidentes norteamericanos en el cementerio de Arlington e inmortalizado en el mural "Gloriosa Victoria" de Diego Rivera, que precisamente ironiza sobre su participación en la desinformación respecto al golpe contra Arbenz.
Todo esto puede parecer historia antigua, pero el comportamiento de la prensa paraguaya amiga la CIA hoy, nos da la pauta que la compañía está muy lejos de perder la costumbre de desinformar a la opinión pública sudamericana.
El diario ABC color, vocero oficioso del obispo Fernando Lugo, manipula en estos días información invocando al Departamento de Estado Norteamericano.
LUIS AGÜERO WAGNER- El diario ABC color, vocero oficioso del obispo Fernando Lugo, manipula en estos días información invocando al Departamento de Estado Norteamericano.
El diario ABC color invoca como fuente al Departamento de Estado norteamericano para intentar presentar como revolucionario a un grupo estrechamente vinculado al embajador James Cason, el P-Mas que dirige el operativo de la National Endowment for Democracy y beneficiario de la InterAmerican Foundation Camilo Soares.
Según ABC, este grupo que opera para la embajada norteamericana de Asunción, estaría apadrinando la candidatura del embajador paraguayo en el Líbano, Alejandro Hamed Franco, para canciller nacional.
A quienes conocen el modus operandi de la inteligencia resulta familiar la forma en que la CIA ha utilizado en el pasado a organizaciones no gubernamentales (ONG) para alcanzar sus objetivos políticos antidemocráticos en todo el mundo.
En un artículo aparecido en el número de verano-otoño de 2003 de Socialism and Democracy titulado “Terrorism and Civil Society as Instruments of U.S. Policy in Cuba”, (http://www.sdonline.org/34/philip_agee.htm) Philip Agee, oficial de la CIA, explica cómo son utilizadas las onGs para imponer cambios acordes a los intereses norteamericanos.
ABC color es un periódico con antiguas vinculaciones con la CIA, que datan de la época del presidente Ronald Reagan.
En ese tiempo, un operativo de la CIA, Agustín Torres Lazo –ex guardaespaldas de Somosa García- consiguió en 1979 que el Departamento de Estado invitara por primera vez al ex policía Alcibíades González Delvalle, un ex policía de los tiempos sangrientos de la represión en Paraguay y hombre de confianza de Aldo Zucolillo.
Así nació una fructífera relación entre el agente de los norteamericanos y el ex policía Alcibíades González Delvalle.
Siempre en el rubro sindical, Torres Lazo también trabó amistad con Víctor Báez Mosqueira, hoy fuertemente ligado al obispo Fernando Lugo.
Báez Mosqueira fue informante de la policía política de Stroessner y tiempo después se convirtió en hombre de confianza de la embajada norteamericana en Paraguay (Archivos del Terror. Microfilm N° 00045F 2336).
Báez Mosqueira fundó después el Movimiento Intersindical de Trabajadores (MIT), hoy es Secretario de la “Confederación Internacional de Organizaciones y Sindicatos Libres” (CIOSL).
También fueron contratados por la inteligencia americana Humberto Rubín y Aldo Zuccolillo, quienes fueron invitados en noviembre de 1986 por el ex-director de la CIA George Bush, entonces Vicepresidente de los Estados Unidos de América (Archivo del Terror. Microfilm N° 00020F 0743).
Ambos se convirtieron en referentes de la NED, que hoy ejerce un control total sobre la prensa mediática de Paraguay, a la que presenta listas indicando cuáles son los referentes políticos que puede promocionar.
El Informe de la National Endowment for Democracy (NED) 1987-1989 nos relata que en 1987 Radio Ñandutí recibió de la NED 121.880 dólares “para la conducción de formas de orientación democrática con énfasis en la activa participación de la audiencia en su auditorio de 300 sillas”. Otros 92.400 dólares recibió de la NED para aguantar “las presiones gubernamentales”. Poco después recibió 86.900 dólares “para la compra de un nuevo transmisor”. A esto debe sumarse otros 41.000 dólares “para la publicación de libros”. En cifras redondas, Humberto Rubín recibió 342.000 de la NED. En cuanto al señor de la CIOSL, Víctor Báez Mosqueira, entonces líder del Movimiento Intersindical de Trabajadores, recibió de la NED 92.688 dólares “para fortalecer la libertad de los sindicatos”. Resumiendo, los clientes de la NED en Paraguay recibieron en conjunto 1.074.584 dólares entre 1987 y 1989.
Uno de estos personajes durante la reciente campaña del obispo Fernando Lugo fue precisamente Camilo Soares, uno de los personajes favoritos de la prensa de la Secta Moon, y dirigida por jerarcas de la SIP.
Su partido presentado por la prensa vinculada a la CIA como un grupo de revolucionarios, sin embargo esta célula marxista es regada en dólares por los organismos de coacción imperialista. Existen datos concretos al respecto, aunque sólo sean la punta del iceberg: los 45,226.96 dólares que en nombre del Plan Umbral recibió recientemente la Casa de la Juventud (ONG que recauda para el PMas) de mano de organismos bajo control de George W. Bush, supuestamente para enseñar a estudiantes secundarios algo fundamental: “identificar la corrupción” en Paraguay. Se suma el dinero a los 127.000 con que anteriormente les benefició la IAF.
Sin embargo, el diario ABC color y otros medios relacionados con la embajada norteamericana pretenden convencer a la opinión pública de que Soares y su grupo son un destacamento izquierdista enemistado con el imperio y que su candidato a Canciller está vetado por el departamento de estado norteamericano.
Inmensas sumas en dólares fluyeron hacia Paraguay desde Washington para las elecciones del 20 de abril, en las que triunfó el obispo Fernando Lugo.
Tal cual lo ha confesado en su sitio web uno de los grupos que lo apoyó electoralmente ( http://www.tekojoja.org.py/v1/news.php?id=1364) su anfitrión ganó las elecciones paraguayas el 20 de abril en ancas de una descarada intervención en su favor del embajador James Cason, ahijado político de Otto Reich, movilizando todo el andamiaje de la CIA y sus extensiones.
El obispo Fernando Lugo es sobrino de un antiguo operativo de la CIA, Epifanio Méndez Fleitas, quien fuera un gran colaborador de la dictadura desde importantes funciones ( entre ellas, presidente del Banco Central del Paraguay a fines de la década de 1950).
Epifanio Méndez, acusado por el desaparecido agente de la CIA Philip Agee de haber pertenecido a la inteligencia estadounidense, constituye uno de los desafortunados impulsores del fascismo y la dictadura en Paraguay que por haber caído en desgracia con sus poderosos aliados devino en “luchador” contra la misma autocracia que ayudó a consolidar.
Antes de ser radiado por su amigo Stroessner, que no era el primer dictador a quien servía, Méndez había sido gestor de la “conversión” de muchos opositores paraguayos desterrados, a quienes extorsionaba para volver al terruño imponiéndoles lealtad al partido gobernante.
Se había familiarizado como chantajista cuando fue jefe de policía en tiempos del dictador Higinio Morínigo en la década anterior a Stroessner, y tenía a su cargo la liberación selectiva de detenidos por causas políticas durante la guerra civil que azotó al Paraguay en 1947.
Hoy su sobrino, el clérigo presidente del Paraguay, perpetúa la tradición familiar, con fuerte respaldo de la prensa amiga de la CIA.
Los paraguayos quedaron estupefactos al ver que Conrado Pappalardo era quien hacía de guía turístico del obispo Fernando Lugo en su actual gira por New York.
En septiembre de 1976 fue asesinado en Washington el ex canciller Chileno Marcos Orlando Letelier del Solar.
Letelier era un político y economista chileno, miembro del gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende, padre del hoy senador Juan Pablo Letelier.
Varias personas fueron procesadas y condenadas por el asesinato. Entre ellos estaban Michael Townley, un expatriado estadounidense colaborador muy cercano a la agencia de inteligencia chilena DINA, el general Manuel Contreras, antiguo jefe de la DINA, y el general de brigada Pedro Espinoza. No obstante, nadie hasta ahora se explica cómo pudo zafar de tamaño karma el cuñado y socio en varias empresas de Aldo Zucolillo, Conrado Pappalardo.
La historia de ese brutal crimen había empezado unos años antes, y en las más altas esferas del poder mundial.
Luego de que el 15 de septiembre de 1970 Nixon se reunió con el Consejo de Seguridad Nacional Henry Kissinger, el fiscal general John Mitchel y el director de la CIA Richard Helms en su despacho de la Casa Blanca, y ordenó actuar contra Salvador Allende, el operativo empezó en Asunción.
Con el apoyo asegurado de las agencias norteamericanas de defensa, de estado, de comercio, Tesoro, la CIA y la National Security Agency, Stroessner empezó el juego moviendo sus fichas sigilosamente.
Primero traficó profusa información de inteligencia militar (II Departamento), Relaciones Exteriores y la estación de la CIA en Asunción valiéndose de la embajada paraguaya en Santiago, relativas a divergencias y alianzas políticas que puedan resultar útiles para la tarea desestabilizadora. La embajada paraguaya en Buenos Aires aportó vitales datos, que fueron procesados en Langley, antes de ser remitidas a las instancias decisivas.
En segundo término, se inició un voluminoso flujo bancario entre Asunción y Santiago, dinero que se utilizó para financiar huelgas, sobornar autoridades civiles y militares, políticos, empresarios, sindicalistas y organizaciones paramilitares. El flujo se agudizó durante el mes de agosto de 1973, siendo vital el desempeño del general Roberto Viaux quien se hallaba exiliado en Paraguay luego de encabezar, el 21 de octubre de 1969, una sublevación de miembros del Ejército chileno, episodio que fue conocido como el "El Tacnazo".
Finalmente, como es regla, los aeropuertos de Paraguay fueron cedidos al Pentágono como soporte de apoyo logística a Chile, incrementándose inusualmente el tráfico aéreo entre Panamá-Asunción-Chile, con equipos de comunicaciones, armas y pertrechos destinados a los complotados contra el gobierno constitucional. Las tareas en Asunción fueron coordinadas por un coronel de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, William Meyer.
El golpe que estaba en curso desde que Nixon y Kissinger lo habían decretado, finalmente se produjo el 11 de septiembre de 1973. Pinochet, hombre agradecido, hizo su primer viaje como jefe de estado chileno tomando como destino al Paraguay, donde personalmente expresó su gratitud a Stroessner por los servicios prestados. Le entregó la distinción de General Honoris Causa del Ejército chileno.
Desafortunadamente el tutor de ambos, Richard Nixon, no tuvo tiempo de unirse al festejo. Se encontraba asediado ya por las investigaciones relativas al escándalo del Hotel Watergate, que lo obligó a dimitir tres meses después.
Uno de los documentos que vio la luz en el año 2000, muestra cómo Pinochet personalmente pidió al dictador Stroessner, de Paraguay, que emitiera pasaportes con nombres falsos para Michael V.Townley y Armando Fernández Larios. Estos dos individuos eran agentes de la DINA (policía política chilena) que posteriormente se declararían culpables del atentado mortal contra el ex canciller de Salvador Allende, Orlando Letelier, cometido en Washington el 11 de septiembre de 1976, exactamente tres años después del golpe de Pinochet.
Tal vez ahora el entramado diplomático se desmadejará con un relacionamiento más fluido entre gobiernos "socialistas" en Chile y Paraguay, encabezados por Michelle Bachelet y Fernando Lugo.
Tal vez pueda investigarse a fondo las implicancias en el brutal atentado de Conrado Pappalardo, quien siempre se escudó en el respaldo del diario de su familia, ABC color, aunque queda por verse si el obispo puede superar sus compromisos con Aldo Zucolillo y su familia, de tal suerte a propiciar la justicia que corresponde a los asesinos de Orlando Letelier.
ABC COLOR. De VILLANO FASCISTA A HÉROE DE LA IZQUIERDA
De villano fascista a héroe de la izquierda parece ser la transmutación del zar de la prensa paraguaya Aldo Zucolillo, dueño de un diario sensacionalista que se presenta como serio y a la vez es el más leído de la capital paraguaya (que no es mucho decir, algo más de treinta mil ejemplares).
Nos referimos al ultraderechista ABC color, un diario al cual sus perseguidos de ayer hoy idolatran tanto como la supuesta izquierda fabricada por la embajada norteamericana de Asunción, aunque ambos grupos hayan sido sus más ácidos críticos y detractores cuando sostuvo una línea de manifiesto apoyo al militar retirado Lino César Oviedo, hoy candidato a la presidencia del Paraguay.
Las noticias que aparecen en algunos portales de la más radicalizada izquierda latinoamericana, incluída la agencia cubana Prensa Latina, citan hoy como fuente al diario ABC color cuando difunden hechos sobre Paraguay. También en la España democrática y socialista de Rodríguez Zapatero se difunden sin pestañear las versiones propaladas por este gran admirador del caudillo ibérico por la gracia de Dios Francisco Franco Bahamonde.
A juzgar por la opinión que expresa en grandes titulares en primera plana, la contextualización de noticias, en matiz y énfasis que proporciona a ciertos temas, el lector puede llegar a pensar que el director de ABC color realmente se indigna ante los delitos, y es verdad. El delito ajeno le molesta, especialmente si se trata de algún competidor en negocios que le supera en ganancias, o de un ente estatal que no le paga publicidad oficial.
En ese contexto, nunca perdonó a su paternal protector, el dictador Alfredo Stroessner, el haberle hecho a un lado cuando se inició la construcción de la represa hidroeléctrica de Itaipú, herida por la cual sigue sangrando como un hemofílico a través de su línea editorial, pretendiendo convencer de su nacionalismo selectivo a los incautos a pesar de ser conocidos los subsidios que recibe en la embajada norteamericana, con las que engrosó sus cuentas bancarias.
El mismo doble discurso manifiesta cuando se refiere a su otrora gran benefactor, el régimen de Stroessner, al que tuvo la “valentía” de enfrentar en sus últimos meses luego de décadas de adulación y sólo a instancias del departamento de estado norteamericano, que le proveyó protección y literalmente le empapeló de dólares por sus servicios.
Por muchos años, al contrario de la fama que se fabricó a sí mismo en un medio prolífico en farsantes como el paraguayo, Zucolillo sostuvo una rastrera línea de adulación a Stroessner proclamando que ABC era “un gran diario al servicio de un gran gobierno”. Por aquella misma época atacaba al gobierno de Estados Unidos pero no por su intervencionismo imperialista a favor de tiranos sanguinarios, sino por promover los Derechos Humanos durante la administración de Jimmy Carter, y defendía apasionadamente el Proceso de Reorganización Nacional que encabezaba en Argentina el gran filántropo Jorge Rafael Videla.
Uno de sus más influyentes periodistas, Alcibíades González Delvalle, tiene una trayectoria parecida ya que por muchos años sirvió a la policía política de la dictadura, a pesar de sus escritos condenando autocracias y exculpando al imperialismo, constituyéndose así en una versión liliputiense de Gunter Grass amputado el talento literario.
La visión de ABC color sobre las dictaduras varió con respecto a Stroessner, pero se mantuvo invariable con respecto a Fidel Castro y Augusto Pinochet, dado que sigue vilipendiando sin pausa al líder de la revolución cubana las veces que tiene oportunidad, y alabando y defendiendo al asesino de Salvador Allende y tantos miles de chilenos cuando es detenido algún déspota vinculado a su régimen.
La visión histórica nacional de Zucolillo, expresada a través de sus empleados en las páginas de su diario, es acorde a la de sus amigos y compañeros propietarios de medios reunidos en la SIP. Suelen honrarle con su visita a la capital paraguaya para recibir agasajos los descendientes de Bartolomé Mitre, quien en 1870 reconociera en sus discursos -al cabo del genocidio sudamericano- que había devastado el Paraguay en beneficio del libre comercio, entonces identificado con Inglaterra y las oligarquías portuarias del subcontinente, como hoy lo está con el ALCA.
En materia económica, el director de ABC color es un gran admirador de Martínez de Hoz, a cuyos discípulos promovió como columnistas estrellas en su diario, así como idolatra a sus herederos neoliberales que acapararon los consejos económicos en tiempos de Carlos Menem. También es un devoto admirador de la cultura norteamericana, y eterno propagandista de las versiones propaladas por la gusanera de Miami.
Carlos Alberto Montaner, Plinio Apuleyo y Andrés Oppenheimer son sus principales referentes para exponer la realidad latinoamericana, y los enemigos del presidente George W. Bush en cualquier parte del mundo, inmediatamente son asimilados como enemigos de ABC color y presentados ante sus lectores como enemigos del Paraguay y de toda la humanidad, sin escatimar recursos propagandísticos.
La satanización de Fidel Castro y de Hugo Chávez y los ataques a la integración latinoamericana, así como la glorificación de la “guerra al terrorismo” de la ultraderecha de Washington son el eje alrededor del cual giran todas las noticias internacionales que difunde el diario de Zucolillo.
En materia nacional, todas las versiones que difunde y que obliga a repetir a los periodistas radiales a quienes apoya con auspicios, convergen en un enfoque neoliberal en materia económica, derechista en preferencias políticas y antinacional en perspectivas históricas y de proyección al futuro.
Curiosamente, este esquemático subproducto de la propaganda imperialista y el pensamiento retardatario, hoy parece haber realizado un giro de 180 grados al promocionar a un supuesto teólogo de la liberación izquierdista.
Pero la impresión es apenas un espejismo. Para prodigar su apoyo, Zucolillo conminó al obispo Fernando Lugo a revisar sus discursos sobre Hugo Chávez, Cuba y las FARC. En materia económica, le obligó a desenterrar a un fracasado agente del Fondo Monetario Internacional. Sólo le falta escribirle al religioso jubilado un libreto ensalzando la figura de Bartolomé Mitre como libertador y héroe nacional del Paraguay.
Definitivamente, todo es posible en esta tumba de teorías que conocemos como Paraguay, donde siempre ganan las elecciones quienes peor se ubican en las encuestas y los referentes de las ideologías se falsifican con tanta facilidad como los DVD y CDs que se adquieren en la Triple Frontera.
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