Fernando Lugo y Jean Bertrand Aristide
Día a día el gobierno del obispo Fernando Lugo parece tomar un rumbo similar al del ex mandatario haitiano Jean Bertrand Aristide, con la única diferencia que no ha tomado una sola medida que pueda calificarse como izquierdista.
"Fernando Lugo es un gran farsante y mayor embustero", afirma el dirigente opositor Aníbal Saucedo Rodas, en tanto en la cámara de diputados José López Chávez lo tildó de ser absolutamente incapaz esta mañana.
www.lanacion.com.py/noticias-226219.htm
La misma opinión expresó un respetado líder febrerista en una carta publicada por el diario La Nación, unas semanas atras.
"La opinión plantea una encrucijada para decidir la situación del Presidente frente a los acontecimientos que colocan al Sr. Lugo como incapaz de solucionar los más elementales problemas. No hay inicio de un plan de buscar la superación de la pobreza, no se proyecta alguna actividad que dé empleo a los desocupados, no hay seguridad" empieza diciendo la carta del doctor Juan G. Granada , publicada en el sitio:
www.lanacion.com.py/noticias-222078.htm
Día a día la base política que sustenta al obispo decrece, siendo la de Granada una más entre muchas deserciones en sus filas.
Las últimas encuestas revelan una abrupta caída de más de treinta puntos de su popularidad.
Desde la izquierda marxista, referentes del Partido Patria Libre han expresado que el gobierno de Fernando Lugo "de izquierda o socialista no tiene absolutamente nada".
LA CAÍDA DE ARISTIDE
Sobre la salida de Aristide en febrero de 2004
, cuyos pasos pareciera seguir Fernando Lugo, existe una gran controversia.
Sus partidarios y también algunos los sectores vinculados a la izquierda, califican los acontecimientos del 29 de febrero de 2004 como un secuestro perpetrado por grandes potencias imperialistas, en contubernio con la derecha haitiana y los ex militares.
De esta manera, Aristide habría sido obligado a abandonar su cargo y llevado a la fuerza fuera del país.
Otras fuentes indican que la salida de Aristide fue una consecuencia inevitable de su errático proceder, a partir de su segundo mandato presidencial. En este caso se acusa a Aristide de haber llevado adelante un gobierno autoritario, personalista y sin disposición para dialogar con la oposición, que cada vez se hizo más numerosa.
Algo parecido podría decirse del rumbo del gobierno de Fernando Lugo, que ha emprendido la militarización de áreas rurales y operativos policíacos donde se violan derechos humanos, se practican tortursa y hasta ejecuciones extrajudiciales.
Aristide también es criticado por su responsabilidad al haber armado y financiado a bandas de las barriadas populares (chiméres) y por haber utilizado políticamente a la Policía Nacional de Haití para reprimir a la oposición.
Lo cierto es que en los días previos a su renuncia, la situación del país era, por decir lo menos, desastrosa. Se sucedían las protestas contra su gobierno, que la policía nacional reprimía con dureza ("masacre de la Scierie")algo
que también se volvió frecuente en Paraguay.
Grupos armados, como el Frente de Resistencia de la Artibonite, se tomaron importantes ciudades del país: Gonaïves (5 de febrero), Cap-Haïtien (11 de febrero).
Luego de su defenestración Aristide fue acogido en la República Centroafricana. El 31 de mayo se estableció en Sudáfrica.
Tal vez, si todo sigue el curso que tiene hasta este momento el gobierno paraguayo, pronto alguien acuda a hacerle compañía y pueda disfrutar de tertulias sobre la teología de la liberación. LAW
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