Fernando Lugo dijo en uno de sus cantinflescos discursos, tan abundantes en disparates y falacias, que está en contra de la democracia burguesa.
Sin embargo, la prensa le ha señalado que sí le gustan las mansiones, camionetas y otros lujos suntuarios propios de la misma.
Al observar la camioneta de su secretario Miguel López Perito, la Harley Davison del teólogo de la liberación tercermundista y la mansión del secretario de emergencias Camilo Soares, no quedan dudas sobre la contradicción entre el discurso y los hechos.
Unos verdaderos chantas de raza.
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