La Comisión para la Investigación de Abusos a Niños de Irlanda reveló ayer un sinnúmero de violaciones sexuales a menores por parte de sacerdotes entre 1930 y 1990 en un país enteramente católico.
La Iglesia intentó repetidamente impedir esta publicación, sin embargo ya es de conocimiento público. Ante esto los líderes de las órdenes religiosas rechazan las denuncias, afirmando que son exageradas y mentirosas.
Y por si fuera poco tienen el descaro de afirmar de que, en todo caso, los responsables han fallecido hace muchos años.
¿Es ese el camino de la hermandad hacia el cual pretende dirigirnos nuestra amada y respetada Iglesia?
¿Es esa la luz que nos guiará hacia una vida eterna? ¿Es ese el sacrificio que la humanidad debe pagar para entrar al reino de los cielos?
Ovreuc Bravo
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