domingo, 24 de mayo de 2009

FERNANDO LUGO: PEDERASTIA Y PODER

FERNANDO LUGO: PEDERASTIA Y PODER

La pederastia no es una cuestión de tratamientos psiquiátricos ni psicológicos. Me extraña que con tanto dinero, los especialistas en perversiones que contrata la iglesia no le hayan explicado al Vaticano de lo que se trata o quizás no lo hayan hecho porque así pueden conservar su negocio eternamente con la pretensión de una supuesta cura.

En realidad es muy sencillo, la naturaleza se cobra cuando tratan de violentarla. No se pueden crear reglas que vayan contra natura sin que haya consecuencias graves. Si al ser humano se le ocurriera poner una ley en la que se prohibe comer, la satisfacción del hambriento pasaría a ser una perversión, o bien quienes la cumplieran se morirían de inanición. Pero como muy pocos habría de éstos porque hay un instinto de conservación inscrito en el código genético más allá de la voluntad, la gente comería a escondidas y por supuesto trataría de hacerlo sin que hubiera testigos de su delito. También, lo más probable es que se ingiriera todo aquello que no se notara y clandestinamente, seguramente eso nada tendría que ver con una verdadera alimentación, sin embargo, surgiría una afición a esos espurios alimentos porque se asociarían no sólo con la satisfacción sino con un sentimiento de culpa, lo cual fortalecería el vínculo y haría recurrente la conducta de alimentarse con tales elementos.

El celibato es una regla que va contra natura, la negación del impulso sexual es un absurdo porque éste está también inscrito dentro del código genético de las especies vivas en tanto está encargado de la reproducción de las especies. De tal forma nos explicamos porqué la pederastia abunda en los sacerdotes de la religión católica que están sujetos al celibato.

La negación del impulso sexual que se representa en el celibato, como en el caso del ejemplo sobre la comida, es la causa de que los sacerdotes perviertan su satisfacción sexual. En vez de que la gratificación sexual se realice dentro de los parámetros normales, busca hacerse a escondidas, y qué mejor forma de hacerlo si no es con niños indefensos a quienes se les amenace si lo dicen o a quienes hacerles creer que a través de esas prácticas están sirviendo a Dios. Pero ¿por qué son más los niños violados por curas que las niñas? Pues resulta que estos individuos que no han tenido ninguna maduración sexual y que están ya adultos en una etapa de inmadurez, prefieren a los niños con quienes pueden practicar una especie de autoerotismo. ¿Y qué pasa después? Pues que la gratificación sexual se asocia al niño como objeto de satisfacción, es decir se pervierte, y por otra parte, la culpa se convierte en vínculo emocional adicional que tiende a repetir la conducta. En resumen, los perversos pederastas, son individuos inmaduros que explotan a los niños sexualmente y que sabiéndose culpables esconden sus aberraciones de la forma más vil e inmoral. Se tapan unos a otros porque comprenden el fenómeno. Consultar el link que nos envían del blog hemorroides de felipillo de Jesús en el que la pederastia de los sacerdotes está considerada como una especie de "pecado divino" ya que los que practican esta detestable práctica no obtienen castigo de la iglesia católica como ocurrió con Maciel y como Norberto Rivera los protege.

Un mensaje para las asociaciones religiosas de Guadalajara y a todas aquellas que estén con la necedad de curar a los pederastas: la pederastia no se cura, o lo que es lo mismo, árbol que nace torcido nunca su tronco endereza. En vez de pensar en la cura, piensen en evitar la causa, ya es hora de que la iglesia católica se percate de que el absurdo celibato es la causa principal de las perversiones sexuales que se dan en la iglesia y que esto seguirá sucediendo en tanto no quiten esa regla sacerdotal que tanto daño ha hecho a la humanidad.

Habría también que considerar que esos niños a quienes se les ha hecho víctima de abuso sexual van a tener, independientemente de un trauma psicológico por un evento que aconteció de manera violatoria a sus derechos humanos, una dificultad para relacionarse sexualmente porque tienen una experiencia que no tuvo lecho psíquico donde insertarse y, que a no ser por un tratamiento psicológico que la resuelva, tendrán una tendencia a identificarse con su agresor y a victimizar a otros niños en la adultez.

Obviamente, no todos los sacerdotes son pederastas, hay otros que optan por una forma menos perjudicial aunque también inmoral: mienten, y, a escondidas, tienen relaciones sexuales con parejas sexuales adultas. ¿A quién tratan de engañar? Y ¿qué clase de hipocresía es ésta? La de siempre, la característica más propia de la iglesia es la hipocresía y vaya usted a saber si esta primera hipocresía, la cuestión sexual, sea la madre de todas las otras.

La única forma de evitar que los curas no violen sexualmente a los niños es quitarles el deber del celibato o ponerlos en un lugar apartado, como a los leprosos, y evitar que tengan contacto con infantes. Sin embargo, parece que la cosa se mueve al revés, cada vez hay más escuelas de sacerdotes, o sea más lupanares infantiles para satisfacción de los sacerdotes; ahora resulta que Insurgentes Mixcoac se va a convertir en algo más que una zona roja, va a ser una zona de perversión infantil y no estoy exagerando. La sexualidad humana mueve al mundo y si ésta se ha pervertido pues habrá que imaginar la fuerza que puede tener dicha perversión.

Así que emito una advertencia a las asociaciones de Padres de Familia que tan preocupados están por sus hijos y las buenas costumbres en escuelas privadas, ALEJEN A SUS VÁSTAGOS DE LOS CURAS, si no, vamos a pensar que su preocupación es falsa, parte de la hipocresía que promueven los religiosos y que lo que menos les interesa es la cuestión de las buenas costumbres (porque nada dista más de las buenas costumbres que los niños sean iniciados en la sexualidad por un adulto perverso) y la que más es el sostener hipócritamente un absurdo status quo a cambio de prostituir a los hijos que en función de principios corresponde a una baja condición humana.



A PROPÓSITO DE FERNANDO LUGO: Cientos de personas clausuran el tribunal por la decisión contra Lydia Cacho

El fallo de la Corte “dota de poder” a pederastas, advierten grupos civiles

Fue un “manotazo institucional” a la libertad de expresión, señalan defensores de derechos y víctimas de violencia sexual


Integrantes de diversas organizaciones ciudadanas se manifestaron ayer afuera de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en protesta por el fallo de la mayoría sobre la violación a los derechos humanos de la periodista Lydia Cacho
Foto: Jesús Villaseca
Al exculpar al gobernador Mario Marín de haber violado las garantías fundamentales de la periodista Lydia Cacho la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) “dota de poder” a las mafias involucradas en la pederastia y da un “manotazo institucional” a la libertad de expresión, advirtieron defensores de los derechos humanos y víctimas de violaciones sexuales.

En conferencia de prensa, coincidieron con el pronunciamiento de la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales de Víctimas de Sacerdotes Católicos (SNAP, por sus siglas en inglés), en que el fallo es una “patente de corso para la violación infantil, la explotación sexual y el abuso de poder”, porque “coloca a esta delincuencia por encima de la verdad y la justicia”.

Asimismo, respaldaron la solicitud de renuncia de los seis ministros de la Corte que votaron contra Lydia Cacho, propuesta por Raquel Pastor, de la organización Infancia Común, quien además informó que ya recolectan firmas para protestar por la decisión.

Como parte de un grupo de organizaciones que trabajan por los derechos de la infancia, el ex sacerdote católico Alberto Athié resaltó que la postura de la Corte demuestra que en México “hay indefensión y desprecio por la violación a los derechos humanos”.

Lo anterior, remarcó, por considerar esos ataques como “leves, no significativos. Por ello necesitamos el apoyo internacional para salir de esta noche tan oscura en que nos encontramos”.

Convocó a pronunciarse ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Corte de la Haya y otros tribunales internacionales por la situación que priva en México.

En tanto, Joaquín Aguilar y Erick Barragán –víctimas de sacerdotes católicos pederastas– expresaron su preocupación por la actitud “omisa y negligente” de los ministros para abordar de fondo los “terribles” casos de abuso sexual, pederastia y pornografía infantil, pese a existir pruebas de ello.

Cuestionaron que prive la “justicia ciega de poder y sorda de intolerancia que quiere hacer enmudecer a quienes denunciamos a los impunes y poderosos evasores del orden judicial representados por Mario Marín y el cardenal Norberto Rivera Carrera, pues en lugar de imparcialidad nos ofrecen a las víctimas más aberraciones, abuso y nuevas afrentas”.

Lo resuelto por la Corte, subrayaron, “es un manotazo de violencia institucional que cruza la cara de la libertad de expresión”.

Por su parte, Gerardo Sauri, de la Red por los Derechos de la Infancia, lamentó el “abandono” de la justicia hacia los ciudadanos, y que en Puebla, como en otras partes del país, se permita que “los niños sean utilizados como mercancías en un mercado negro, porque no hay combate a la pederastia”.

A su vez, la ex diputada federal Angélica de la Peña cuestionó que las leyes no fueran tomadas en cuenta por los ministros de la Corte y demandó una revisión sobre las actuaciones del Poder Judicial.

En sintonía con estas posturas, la Academia Mexicana de Derechos Humanos y el Observatorio Ciudadano Nacional contra el Feminicidio expresaron su indignación por lo ocurrido a Lydia Cacho.

Calificaron de “inadmisible que algunos ministros de la SCJN minimicen las violaciones graves a los derechos humanos de la periodista, dejándola en peligro e indefensión”

Y advirtieron: “Nos preocupa el mensaje de impunidad y de permisibilidad de la violencia institucional que transmite el órgano supremo de justicia del país respecto a las redes de pederastia”.


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Protestan por la “muerte de la justicia” y la complicidad de los ministros en el crimen

Jesús Aranda

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) fue clausurada ayer por la tarde por manifestantes, que colocaron ante las puertas del tribunal un ataúd que representó la “muerte de la justicia a manos de ministros que encubren a pederastas”.

“¡Esta Corte apesta!”, coreaban los activistas, mientras la actriz Jesusa Rodríguez decía –enfundada en un overol blanco y con una máscara de protección antigás– que “el olor putrefacto de la corrupción” que emanaba de la SCJN era terrible, y que por ello se llevaba a cabo el “funeral”, con la esperanza de que algún día haya en México ministros que sí impartan justicia.

Centenares de personas hicieron patente su indignación por el fallo del pasado jueves, cuando la Corte abrió el camino de la impunidad para el gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, después de haber violado las garantías individuales de la periodista Lydia Cacho.

Además, externaron su indignación por que los jueces hayan dejado a la población infantil del país “en la indefensión total” ante las redes de pederastia.

“Un trabajador que recibe el salario mínimo (mil 517 pesos mensuales) necesita trabajar 17 años de su vida para juntar el salario mensual de un ministro de la Corte (308 mil 333 pesos), y a pesar de esos sueldos, los ministros que votaron en favor de Marín Torres son sepultureros de la justicia y avales de los pederastas Kamel Nacif y (Jean) Succar Kuri”, rezaba una manta.

Ni siquiera los ministros que votaron en contra de la impunidad (Juan N. Silva Meza, Genaro Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cossío) se salvaron del escarnio. “¡De qué nos sirve que cuatro ministros hayan votado en favor de Lydia Cacho. La Constitución no sirve para nada!”, planteó Jesusa Rodríguez.

Pobladores de San Salvador Atenco y representantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca se sumaron a la denuncia, lo que motivó que los presentes gritaran a coro: “¡presos políticos, libertad!, ¡presos políticos, libertad!”

Se vivió un momento de tensión cuando, cerca de las cinco de la tarde, la actriz convocó a los participantes a “clausurar” la “suprema corte de inmundicia de la nación”.

Inicialmente los manifestantes pidieron a los encargados de seguridad que cerraran el enorme portón para “enterrar” el ataúd, a cuyo alrededor habían colocado estiércol y una caricatura del presidente Felipe Calderón con la leyenda “No al gasolinazo”.

Ante el desconcierto de los vigilantes, Jesusa Rodríguez advirtió: “La cierran o entramos todos”.

De inmediato hubo quienes se apresuraron a subir las escaleras para entrar; sin embargo, los llamados al orden de la actriz para esperar a que los policías recibieran de sus superiores la orden para cerrar, evitaron mayores problemas.

Prevaleció la prudencia y minutos después se cerró el portón entre gritos de “¡quieren coñac, quieren coñac!”

Las consignas y los gritos fueron opacados en un momento por la voz de una mujer, que tomó la improvisada tribuna.

Con voz entrecortada hizo uso de la palabra Leticia Valdez Martell, quien llegó acompañada de otras tres madres cuyos hijos fueron violados en Oaxaca, sin que hasta el momento el gobierno de Ulises Ruiz haga algo para aclarar esos casos.

“Teníamos una última esperanza en la Corte. Era por nuestros niños. No es posible que le hayan dado la razón a gente como el gobernador Mario Marín”, dijo indignada la madre de un menor que fue ultrajado en el Instituto San Felipe, del estado de Oaxaca.

Gracias a la “complicidad” de la autoridad, los presuntos responsables materiales, Adán Salvador Pérez Ramírez y Hugo Gabriel Constantino García, “se pasean en Oaxaca, a pesar de que existe una orden de aprehensión en su contra”, añadió.

“¡No estás sola, no estás sola!”, se oía el grito solidario de los presentes; la Corte ya había sido clausurada.

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