SI ALGO HA SUCEDIDO POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA EN PARAGUAY, ES QUE LA EMBAJADA NORTEAMERICANA SALVÓ A UN GOBIERNO IZQUIERDISTA DE SER DESTITUIDO.
Durante la interpelación al secretario de Emergencias del obispo Fernando Lugo, Camilo Soares, el diputado Orlando Penner se quejó porque el funcionario del gobierno teocrático hablaba de sus obras diciendo que todo lo que él hacía se hacía "por primera vez en la historia" del Paraguay.
La protesta del diputado es injusta, dado que existen un sinnúmero de hechos que merced a Camilo Soares, acontecieron por primera vez en la historia del Paraguay. No está demás enumerar algunos.
Por primera vez en la historia, gracias a Camilo Soares, un guevarista fue financiado por la embajada norteamericana. También por primera vez en la historia, la Secta Moon y James Cason apoyaron la campaña proselitista de un candidato de izquierda.
Por primera vez en la historia de la iglesia católica, un clérigo llegó a obispo siendo militante de la Teología de la Liberación, y por primera vez un militante de la teología de la Liberación condenó la lucha armada.
Por primera vez en la historia, Aldo Zucolillo, Antonio J. Vierci, Humberto Rubín, Luis Alberto Castiglioni, Alfredo Jaeggli y otros héroes, apoyaron la candidatura de un marxista obispo de los pobres, partidario de la teología de la liberación.
También por primera vez en la historia un obispo rebelde fue felicitado por el Papa, y recibió del nuncio una lapicera enviada como presente por el mismo Joseph Ratzinger, para firmar sus decretos.
Por primera vez el triunfo de grupos regados por los dólares de la ultraderecha de Washington, como las ONGs derechistas que apoyaron al obispo Fernando Lugo, fue saludado como un triunfo de la izquierda.
Todo esto y mucho más, sucedió por primera vez en la historia gracias a Camilo Soares.
HISTORIAS VIEJAS. EL CURA DE WASHINGTON, NUESTRO OBISPO EN ASUNCIÓN
Que un gobierno responda con abyección a los intereses de la embajada norteamericana, sin embargo, es algo que no sucede por primera vez en Paraguay.
Si a lo largo de cuatro décadas fue el general Stroessner el soldado de Washington, ahora ocupa el Palacio de Gobierno el cura de Washington.
El Paraguay sigue siendo una gran base de la inteligencia norteamericana enclavada en Sudamérica, y en el mismo gabinete del obispo la CIA mueve los hilos, por intermedio de agentes como Camilo Soares o Gloria Rubín, en lo que sí es historia vieja y repetida.
El 4 de mayo de 1958 el vicepresidente Richard Nixon llegó en un vuelo especial a Paraguay. Su presencia se debía a un evento de primera importancia para la lucha anticomunista en Sudamérica: se inauguraba la formidable estación de la Agencia de Central de Inteligencia en Asunción, en el mismo predio de la Embajada Americana.
Aquel centro de monitoreo de radiocomunicaciones y recolección de información de seguridad tenía su equivalente en otro similar instalado en el Canal de Panamá, el cual complementaba otro aún mayor ubicado en Key West, Florida. La estación de la CIA en Paraguay se constituyó desde 1958 en el más importante activo estratégico norteamericano en Sudamérica.
Bajo cobertura del Foreign Broadcast Information Service (FBIS), dicha estación sirvió para recoger información sobre temas políticos, diplomáticos, financieros y comerciales, militares, de seguridad y cualquier otra relevancia para los intereses del Gobierno de Estados Unidos. Su alcance trascendía las fronteras paraguayas.
Contaba con potentes radioreceptores y antenas, más adelante satélites espía, captaba señales locales, de Argentina, Uruguay, sur y centro de Brasil, Chile y Bolivia. También monitoreaba comunicaciones telefónicas y hacía seguimiento de publicaciones, desde diarios hasta semanarios, las que resumía y junto con las otras daba origen a secretos análisis de inteligencia.
La importancia de esta estación de inteligencia en Panamá sólo podía compararse en importancia con otra de rastreo en la zona del Canal de Panamá, y con su contrafigura soviética en Lourdes, Cuba.
Con el correr de las décadas, la inteligencia estadounidense desarrollaría también un complejo entramado prebendario en la sociedad paraguaya, sobre todo entre los intelectualoides y comunicadores, distribuyendo fuertes sumas en dólares.
Dos fichas importantes en ese ámbito reclutadas por la CIA, Aldo Zucolillo y Humberto Rubín,- el primero también vinculado a la WACL financiada por la Secta Moon-, jugaron un papel clave en la campaña que llevó a la presidencia del Paraguay al obispo Fernando Lugo.
Estos y otros personajes al servicio de la embajada son intocables en Paraguay, e inamovibles en sus privilegiados posicionamientos. Tanto más inamovibles cuando ocupan algún puesto en el gobierno, como el caso de Camilo Soares, a quien el obispo salió a defender en la prensa en la fecha de hoy.
MILITARES HUMILLADOS POR LA U.S.EMBASSY
La embajada norteamericana de Asunción, que brinda su respaldo total al actual gobierno del obispo Fernando Lugo, impulsado por ONGs derechistas financiadas desde USAID y la prensa controlada por el NED, ha infligido a la milicia paraguaya la mayor humillación de su historia, en algo que también es historia conocida.
La barrida abarcó el retiro de 77 militares de alto rango -de los cuáles 33 eran generales y almirantes y 44 coroneles y capitanes de navío-, según confirmó la Junta de Calificaciones de las Fuerzas Armadas.
Sería absolutamente ingenuo pensar que semejante movida en el estamento castrense puede realizarse, en un país que llegó a ser uno de los más militarizados de la región como Paraguay, sin un pleno respaldo de la Legación diplomática de Estados Unidos.
El control ejercido por Washington sobre los militares paraguayos es absoluto, dado que dentro de sus filas sólo son promovidos, desde hace décadas, los uniformados que realizaron cursos de lavado de cerebro en School of Americas y otros centros de formación de golpistas, de triste memoria en la región.
Cuando a mediados de la década de 1990 el general retirado Lino César Oviedo se enemistó con la embajada norteamericana a raiz de sus negocios ilícitos, por negarse a promocionar a militares de confianza para el imperio, éste movilizó a su ejército de periodistas y políticos a sueldo para desplazarlo del escenario. Oviedo sólo pudo volver a la arena luego de comprometer a su partido, el UNACE, con los programas de USAID.
Uno de los puntos de mayor fricción entre Estados Unidos y Venezuela es el que atañe a la formación de militares latinoamericanos en academias militares estadounidenses, siendo el gobierno de Hugo Chávez el primero en retirar a sus cuadros de esa escuela de golpistas y asesinos, hecho celebrado por organizaciones de Derechos Humanos.
AGENTES DEL IMPERIO ACUSADOS DE COMUNISTAS
Si algo constituye una historia conocida en Paraguay, y no sucede por primera vez, es el hecho que miembros del Partido Colorado y de la Derecha acusen a los agentes del imperialismo y de la embajada norteamericana, de ser partidarios del comunismo.
Hace dos décadas, hicieron lo mismo con Humberto Rubín y Aldo Zucolillo, cuando recibían fuertes sumas del embajador norteamericano Clyde Taylor para su campaña desestabilizadora, en los últimos meses de la dictadura que apoyaron por tres décadas.
Que los personeros del imperio sean acusados de comunistas, eso sí, es una historia vieja y repetida en Paraguay. LAW
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